Los datos disponibles señalan que un 30 % de mujeres mayores de 65 años bien solas frente al 17,7 de los hombres.
Si tenemos en cuenta el problema de las pensiones que a medio o a corto plazo se va a plantear, surge un interrogante al que hay que dar respuesta y es ¿ cómo se va a organizar una vida senior futura?.
Las estadísticas señalan que la inmensa mayoría de las personas mayores de 65 años son propietarios de su vivienda y es a partir de ese dato del que se debe de organizar la respuesta a las dudas que existen.
Muchos son los cambios que llegan en el mundo inmobiliario, en primer lugar por la desubicación de empresas de servicios que va a originar una ampliación de oficinas vacías transformables en viviendas con una bajada de precios importante, más ampliable en función del desarrollo futuro del smart working.
La economía del encargo y la caída del pequeño comercio va a generar multitud de pequeños locales en las ciudades vacíos lo que va a generar un cambio en la situación, precio y posibilidades de los mimos.
Por otra parte, los deseos de muchas personas senior de tener otro tipo de vida va a generar una ampliación del parque de viviendas en alquiler o venta en las ciudades.
Todo ello genera una nueva dinámica en el mundo inmobiliario que de momento es imprevisible su desenlace.
Habrá que estar atento a los cambios.