Ayni se refiere al concepto de reciprocidad o mutualismo entre las personas de las comunidades montañosas andinas, que las culturas aymaras y quechuas practican incluso hoy en día para vivir en armonía y equilibrio para bien de la comunidad.
La rae define reciprocidad como: “Correspondencia mutua de una persona o cosa con otra.”
El principio de reciprocidad nos obliga a devolver a los demás lo que hemos recibido de ellos. También, nos impulsa a ser justos en nuestras interacciones sociales cotidianas, operaciones comerciales y relaciones íntimas. Esto nos ayuda a aumentar la confianza en los demás.
Ya el código de Hammurabi decía que a quien nos hace un favor, debe de devolvérsele. Se dice que “es de bien nacidos ser agradecido”.
Vivimos tiempos convulsos en que las relaciones humanas están perdiendo todo su significado, en que el egoísmo es el mantra supremo, principio y fin de muchos.
El pasado nos enseña que la ayuda mutua, la reciprocidad, el Ayni, el moai, la amistad o como se quiera llamar ha sido, la base del desarrollo de la comunidad y con ella del ser humano. Si no somos capaces de dar, si solo pensamos en recibir, mal vamos. No hay equilibrio.
Apuntémonos al Ayni y hagamos que dar y recibir busquen el equilibrio y se aplique la Ley Sistémica. Será otra vida.