Modelos de cooperativas de uso (MCU):
El modelo de cooperativa en cesión de uso es un sistema muy desarrollado en Canadá y países escandinavos pero que en España no se han visto las primeras cooperativas hasta el 2011. Aunque cada cooperativa funciona de la manera que sus miembros decidan, las principales diferencias de la cesión de uso con la propiedad privada son:
- Las viviendas no pueden ser ni vendidas ni alquiladas, tan sólo se puede transmitir el derecho a uso.
- Se paga un derecho de uso cuyo importe es muy inferior a un alquiler o a una hipoteca. Este derecho incluye la mayoría de servicios como el agua, la calefacción, recogida de basuras.
- Los edificios suelen tener espacios comunes para todos los miembros como lavandería, sala de fiestas.
- Se dispone de un fondo monetario que puede ser utilizado para reformas de las viviendas o del edificio.
- Se pueden conseguir ofertas comunitarias para toda la comunidad a costes más económicos.
Las formas de crear estas cooperativas son varias. Se pueden construir viviendas nuevas, comprar edificios ya construidos, rehabilitarlos o incluso convertir edificios de propiedad o alquiler en cooperativa.
- Construcción o rehabilitación bajo criterios de bioconstrucción y bioclimáticos.
- Preferencia por la contratación de servicios de economía alternativa, solidaria y social, y por un consumo responsable.
- Alimentación que apoye lo local, producto de temporada y ecológico y, en general, la soberanía alimentaria.
- Suministro mediante, energía solar pasiva, energías renovables y promoviendo la autonomía energética.
- Financiación mediante banca ética.
- Reducción de la huella ecológicay del consumismo.
El modelo de cooperativa de cesión de uso se caracteriza porque los miembros de la misma mantienen de por vida la propiedad de las viviendas. El sistema de constitución de dicha cooperativa es el siguiente: los miembros pagan una prima de entrada por las viviendas (nueve veces menor de lo que pagarían por la entrada de una hipoteca) y abonan, además un canon mensual de por vida (aproximadamente el 90% de un alquiler habitual y 70% de la letra de una hipoteca) que, una vez amortizado el préstamo de construcción servirá para constituir un fondo de mejora, de préstamos, de difusión, etc.
Los miembros de la cooperativa cuentan con un derecho de uso que se puede heredar, y se involucran desde el principio en el diseño y gestión de la vivienda. Sin embargo, en caso de que quieran abandonar la cooperativa, devuelven el derecho de uso a la misma, que se encarga de revenderlo, evitando así subidas especulativas de precio. Además, al salir de la cooperativa se recupera la inversión inicial y el coste de las inversiones de mejora, revisado con el IPC.
El modelo proporciona los derechos principales de la propiedad, como un contrato de por vida, la posibilidad de realizar mejoras y de participar en las decisiones de la finca, y al mismo tiempo, elude la inestabilidad económica derivada de la variación de los tipos de interés de las hipotecas en el caso de la adquisición, así como la revisión periódica de los contratos, en el caso del alquiler.
La cooperativa tendrá tres tipos de socio: el socio-habitante, que vivirá en alguno de los pisos; el socio-expectante, interesado en acceder en cuanto haya una vacante; y el socio-colaborador, que apoya el proyecto y participa en las actividades de la entidad. No descartan que haya un cuarto tipo, una especie de socio inversor o capitalista, puesto que el acceso a los créditos bancarios estándar no es fácil y muchas cooperativas lo suplen con particulares, entidades con capital disponible o banca ética, que suelen estar más abiertas a propuestas alternativas.
Es lo que se denomina el modelo nórdico Andel: una comunidad de vecinos que, bajo una fórmula cooperativa donde sus miembros disfrutan de un uso indefinido de la propiedad a través de un derecho de uso. Esta forma de gestionar y financiar la comunidad es “una regla de oro que cada uno de los propietarios se compromete a mantener”, apunta Arestizabal, para que no revierta de nuevo al sistema especulativo “como ha podido ocurrir con algunas cooperativas”, añade.