Estamos inmersos en una crisis de imprevisibles consecuencias. Son necesarias medidas muy importantes para que la sociedad tenga la financiación necesaria para hacer frente a dicha situación.
En economía casi todo está inventado. Los ingresos y los gastos cuadran al final; y hay ahorro si se ha gastado menos o deuda si se ha ingresado menos de lo que se ha gastado.
En estos momentos antes de la crisis actual, la deuda del estado era en enero de 2020 de 1.195.000 millones de euros. El PIB del año 2019 fue de 1.244.757 millones de euros.
Si tenemos en cuenta la variación de la deuda pública vemos que todo viene consecuencia de la crisis de 2.008 y la misma viene por la liberalización inconstitucional del suelo y sus consecuencias.
Los años de bonanza económica que tuvimos desde finales de los 90 y la llegada del euro, se han pagado con creces con el incremento descontrolado de la deuda pública actual lo que no permite margen de maniobra alguna. Y nadie reconoce ningún error en todo ello.
Paralelo a todo ello ha ido el incremento de la deuda de la seguridad social:
Debido a las prórrogas presupuestarias el capítulo de la seguridad social está en los ciento cincuenta mil millones de euros la partida más importante de los mismos, dado que el número de pensionistas se eleva hasta los 8,9 millones de pensionistas. Por sexos, hay un total de 4,33 millones de hombres pensionistas y de 4,57 millones de mujeres pensionistas.
Ello ha hecho que la deuda de la Seguridad social se haya ido incrementando en los últimos años de forma exponencial:
En estos momentos se da la paradoja de que el número de pensionistas es de aproximadamente la mitad de los ocupados, como consecuencia de la crisis existente lo cual no refleja el gráfico adjunto:
Problema de las pensiones
Las manifestaciones de febrero, marzo y abril de este año convocadas por distintos sindicatos para exigir una revalorización de las pensiones acorde al IPC han avivado el debate por el futuro de las pensiones. Esta preocupación se ha plasmado en el Barómetro de Opinión realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de marzo de 2020. La inquietud sobre el futuro de las pensiones se sitúa entre los diez problemas que más preocupan a los españoles, con un 11,3% de españoles que situó las pensiones entre los principales problemas.
Se oyen muchas voces de que el sistema no es mantenible y es necesario llevar a cabo una reestructuración importante del mismo para que los pensionistas tengan acceso a la pensión en cantidades más razonables a la par que se discute el problema de la edad de jubilación que en estos últimos años se había relajado bastante.
Todo ello trae un debate interesante que no solo no hay que obviar, sino que se hace necesario plantear con claridad para evitar el colapso.